28 sept 2011

28 de Septiembre

¿Será verdad eso de que la suerte de la fea la bonita la desea?
Comienzo a creer que es verdad, y todo esto porque el sábado en una reunión llego una chava que la verdad no está bonita que digamos es morena, alta y gordita, pero lo sorprendente es que llego con un novio y un novio simpático, rubio, alto, y aquí es donde esbozo una risa por el comentario de mi amiga, con unos chamorrotes, pero además de todo de nacionalidad española.

La verdad es que uno se pone a pensar cómo es que pasan ese tipo de cosas, una que no es fea, simpática, linda, etc., y no pasamos de los chicos no agraciados que te persiguen para que andes con ellos y los pocos guapos que pasan por tu vida los dejas porque saben lo que tienen y les gusta andar de picaflores, digo, tampoco pido que el doble de Brad Pitt sea mi novio pero mínimo un chico simpático e interesante, y precisamente sobre eso hace unos días me preguntaban que como me gustan los hombres, lo que en ese momento pasó por mi cabeza fue “que tengan el varo y un Audi” porque si a esas vamos eso es lo que espero de un hombre, pero como sabemos que de esos ya no existen sigo en la incógnita de describir al tipo ideal, por lo menos en la mente tengo un concepto de cómo me gustaría que fuera; de piel morena, más alto que yo, con tatuajes, que sea no guapo pero sí agraciado, y bueno ya no quiero seguir porque no existe persona perfecta.

Retomando eso de las características a la misma fiesta asistió un amigo del cumpleañero a quien hace mucho tiempo no veía y el cual iba muy bien acompañado por su novia, desde que los vi pude notar que tenían un cierto parecido físico, al comentarle esto a mi amiga quedé sorprendida con su respuesta pues me dijo que cuando una pareja tiene cierto parecido es porque son el uno para el otro, ante mi sorpresa no le di demasiada importancia, pero escuche un segundo comentario y reafirme la teoría cuando mi madre me lo confirmo, creo que eso fue hasta un respiro para mi pues sé que ya no caeré más en manos de sapos queriéndose convertir en príncipes, hasta cierto punto creo que me obsesioné con esa idea, sin embargo después de lo que vi y por otras circunstancias por las que me ha tocado pasar comienzo a creer que la vida no es justa nada es justo, o ¿acaso será que el mundo está al revés?

Aquí algo para llorar un rato

22 sept 2011

22 septiembre

Hoy me comentaron una serie de circunstancias que me hicieron reflexionar, y pensé mucho en ti, debes saber que mi inmadurez de nuevo me llevo a borrar de mi directorio de contactos el número de tu cel y tu correo electrónico, para colmo no te tengo en face y estas en Hi5 pero ese ya paso de moda.

Comencé a buscarte y me puse a pensar si valdrá la pena, es justificable aferrarse a alguien que no sabes si realmente piensa en ti como tú en él,

Aferrarse a esa persona que no olvidas pero que quizá él ya te olvido,
¿Es sano seguir esperándote?
¿Quién nos garantiza que sí seremos felices por un lapso prolongado?
Con todo eso me seguiré lastimando, buscándote y creyendo que valdrá la pena.
Y lo conseguí me hiciste feliz ahora que hablamos de nuevo, te quiero, y valdrá la pena, lo sé.


Esta es la historia de mi vida, contigo...

20 sept 2011

12 de Septiembre de 2011

Hoy es una de esas tardes como las que te gustan, y siendo sinceros a mí también me gusta.
Antes de ti no le había dado el valor suficiente, siempre salía de trabajar llegaba a casa a ver la tv, o a hacer nada, contigo fue diferente, aún recuerdo esas tardes cuando salia del trabajo y me reunía contigo disque para estudiar matemáticas, creo que no aprendí lo suficiente pero en mi mente están grabadas esas tardes cuando me explicabas y yo lo único que hacía era contemplarte antes que comprenderte.
Hoy añoro volver a una de esas tardes mágicas y soleadas contigo, con el viento a nuestro alrededor, fiel testigo de la unión de nuestros labios.
Hoy camino sola recordando esos días como si fuera ayer, mi corazón se emociona y mis labios sonríen por el recuerdo que nunca se ira de la mente, sonríen manteniendo la esperanza de que alguna vez, eso vuelva a suceder.


Esta hermosa canción dice mucho...

10 de Septiembre de 2011.

Hoy en la mañana cuando me dirigía a mi curso escuche una historia muy bonita sobre los delfines, de hecho me acorde de ti porque quien la narro fue ese locutor que siempre escuchabas Toño Esquinca.

La busque y te la comparto:

¿POR QUÉ SONRÍEN LOS DELFINES?

¿Por qué sonríen los delfines? Los niños lo saben. Los niños no necesitan palabras para comunicarse, basta solo una mirada o una sonrisa, o tal vez un gesto para que se le acerque otro niño. Y eso los delfines lo saben, porque son niños. Los delfines bebes son niños y los delfines papás son niños. Una vez, hace mucho tiempo atrás, los pescadores se metían al mar con sus redes y sus barcos muy rudimentarios para probar suerte, a veces la tenían, a veces no. A veces pescaban mucho y variado, otras regresaban con las manos vacías. A veces regresaban, otras no. A Dios le preocupaba la idea que esos hombres estuvieran solos en medio de grandes tormentas, en medio de mares inmensos, lejos de sus familias, y decidió hacer algo. Entonces, Dios, el creador de todo, que vive en el cielo que también creó, reunió a una gran cantidad de niños convertidos en lucecitas, niños que no habían tenido la oportunidad de estar mucho tiempo en la tierra, la oportunidad de jugar con otros niños, la oportunidad de sonreír, o simplemente la oportunidad de nacer y les habló de regresar a la tierra. Hubo un gran griterío y todos se pusieron muy contentos con la idea de volver a corretear. Pero no era todo tan fácil, regresarían bajo ciertas condiciones. No podían comunicarse con los pescadores, solamente hacerles compañía y ayudarlos a llenar sus redes, a cambio de eso podían jugar todo el tiempo que quisieran. Entonces Dios puso manos a la obra y comenzó a idear el plan, les dio a los niños una forma diferente a la que habían tenido, una forma que permitiera navegar junto a los pescadores sin agitarse, con solo moverse apenas, colores bellos y la capacidad de comunicarse con solo mirarse. Les dio forma de delfines, y una noche cerrada y muy tormentosa, descendieron a todos los mares del mundo, miles, de diferentes tamaños y de diferentes colores. Los pescadores están muy ocupados en pescar más y más antes que lo pesque otro, y no prestan atención a esas criaturas que los acompaña, que juegan delante de la embarcación, y que a veces, les ayudan a llenar las redes para llamar la atención. Pero los niños sí saben del secreto y les gustan los delfines. No hay un niño que no le gusten los delfines y tampoco hay un delfín que no le gusten los niños. Los niños saben que la sonrisa de los delfines no puede ser sino de otro niño, y algunos grandes también sospechan lo mismo. Son los que los encierran delfines en acuarios para hacerlos trabajar, quizás hicieron trabajar antes a niños quitándoles la sonrisa. Son los que matan a los delfines con sus redes sin hacer nada para evitarlo, quizás antes también hicieron sufrir a niños. Pero los delfines (como los niños) siempre nos dan otra oportunidad, y juegan y ríen esperando el momento que dejemos de hacerlos sufrir. Podrán sacarle la vida a los delfines, podrán sacarle su carne, pero nunca podrán sacarle su sonrisa.

Esa historia también me hizo recordarte, por eso de que los delfines son niños, tú eres como un niño grande y muy dulce. Espero que te guste.

Una canción bonita para acompañarte.