el corazón late fuertemente,
mis ojos quieren derramar lágrimas,
no pueden salir sin que el corazón sienta un hueco,
y luego,
se hace pequeño.
Llega un momento en el que llorar es opción, pero lo evitas.
Gritar es la salida, pero lo evades.
Cargar con un dolor inmenso e inmerso.
Cargarlo a cuestas, sin decir nada.
Lo complicado es pretender que el agua fluye sin sobresaltos.
La gente te mira, sonríes, finges, sabes que tu corazón está molido, despedazado.
Te niegas a enfrentarlo.
La cabeza da mil vueltas, la incertidumbre de tu camino te provoca dolor, altera tus fuerzas.
El paisaje soleado, con flores de colores, y la brisa en tu rostro, se vuelve el hogar lúgubre del que no has salido, pues todo fue espejismo.
Has decidido cerrar esa puerta para siempre, no hay humano digno de cruzar ese umbral sin que llene de espinas el camino.
No hay vuelta atrás, no se abrirá jamas...
Me despido y te cierro, que en la otra vida encuentres a tu alma gemela, a tu alma pérdida...
💔💔💔
